La obra de Ana María Matute muestra desde sus primeras producciones una prosa con características muy personales y muy distinto al ya conocido. La terrible realidad vivida por ella durante la Guerra Civil Española la lleva a tener una concepción del mundo y del hombre totalmente negativa. Es un mundo marcado por el odio, el egoísmo, el miedo, el horror, la injusticia, la violencia y la muerte. "El hombre, de alguna manera, ha perdido el favor de Dios (o de los Dioses) y ha sido castigado antes de nacer."(Martí y Rubio-Machado, 1982)
De ahí que sus personajes sufran, sean manipulados, utilizados, y obligados a cumplir "dócilmente" con el "proyecto" de sus padres, tías, o seres que los consideraban sus objetos. Eso los lleva a huir de alguna forma, pues su realidad es muy cruel como para enfrentarla como tal. Así es como Ramoncito (Muy Contento), aunque el único heredero, decide quemar la fábrica de quesos de sus padres e ir a la cárcel, porque es ahí donde se "libera" del proyecto de vida trazado por quienes le rodean, anulándole su identidad.
La siguiente entrevista muestra a la autora y su posición ante situaciones políticas, sociales y económicas de su país que plasma en su prosa.
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